El término cólico engloba todo dolor abdominal que sufre el caballo. Puede producirse no sólo por un problema del sistema digestivo, sino que también puede aparecer por alternaciones en el aparato urinario o reproductor.
Esta patología puede afectar a todo tipo de caballos, independientemente del trabajo que realicen, su raza, la edad y el sexo.
El dolor cólico puede presentar una intensidad variable. Puede aparecer como una leve molestia apenas perceptible o un proceso más grave que sólo pueda resolverse de forma quirúrgica y que ponga en peligro la vida del animal.
La mayoría de los cólicos se tratan de forma médica, pero alrededor de un 5% requieren cirugía de emergencia. Por este motivo, una pronta detección de los síntomas y un tratamiento adecuado a tiempo es fundamental para evitar que esta patología se complique.
SIGNOS CLÍNICOS
Son signos de dolor cólico:
- Revolcarse
- Rascar el suelo
- Tumbarse largos periodos de tiempo
- Levantarse y tumbarse continuamente
- Mirarse los flancos
- Levantar el labio superior
- Darse patadas en el abdomen
- Posición estirada
- Ausencia de heces durante un periodo mayor a 24h
- Pulso y respiración acelerados
Los signos varían dependiendo del grado de dolor. Cada animal puede mostrar síntomas distintos por lo que es muy importante conocer a nuestro caballo y detectar posibles anomalías en su comportamiento. Por ejemplo, hay caballos no castrados que normalmente tienden a levantar el labio superior en presencia de yeguas. Por el contrario, hay caballos que nunca se dejan ver tumbados en la cuadra y hay un día que nos los encontramos varias veces. En el caso del primer animal no sospecharemos de dolor cólico, pero, por el contrario, en el caso del segundo, sí.
TIPOS DE CÓLICOS
Existen una gran variedad de cólicos. Cada uno se define por la zona anatómica afectada dentro del tracto digestivo y por si es estrangulante o no; es decir, si la zona tiene comprometida la llegada o salida de sangre.
También se pueden clasificar por la causa que los provoca, diferenciando así los cólicos idiopáticos (sin una causa concreta) o los no idiopáticos (causa conocida).
Algunos de los cólicos más típicos son:
– Cólico por impactación: Acumulación de arena, tierra, alimento u otro material no digerible que obstruye el sistema digestivo del caballo; lo que hace que sea difícil o imposible que el caballo estercole.
– Cólico por gas y espasmódico: Éstos ocurren cuando se produce una acumulación de gases o líquidos en el sistema digestivo y crean presión. Como resultado, el colon puede generar contracciones o espasmos involuntarios que causan molestias. Muy a menudo este proceso está causado por una fermentación inusual del alimento en el intestino grueso, por una inflamación generalizada del tracto digestivo o, incluso, debido al estrés. Estos cólicos tienen una alta tasa de supervivencia si se tratan de una forma prematura.
- Enteritis: inflamación del intestino causada por virus, bacterias e infecciones.
- Intususcepción: el intestino se pliega sobre sí mismo. Esta forma de cólico es especialmente peligrosa, porque una sección del intestino se desliza dentro de otra y el tejido muere por falta de riego sanguíneo. Este cólico suele ser de resolución quirúrgica.
- Distensión del estómago: sucede cuando el caballo come grandes cantidades de comida de una vez. El estómago de un caballo es bastante pequeño respecto al tamaño del caballo, por lo que es propenso a la distensión. Cuando se produce esta distensión, puede producirse una ruptura y ésto llevará consigo la muerte del animal.
- Cólico por desplazamiento y torsión: el intestino se encuentra de forma libre en el abdomen y es relativamente fácil que se mueva de su sitio. Este desplazamiento puede resolverse espontáneamente o necesitar cirugía. También puede dar lugar a una torsión intestinal lo que provocaría la muerte del tejido. El tejido muerto es el resultado del flujo sanguíneo restringido.
DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO
La gravedad de los signos clínicos no es necesariamente indicativa de la gravedad del cólico en sí. Por otro lado, en muchos casos es difícil determinar la causa exacta y, por lo tanto, el tratamiento correcto.
Por todo esto, debemos acudir al veterinario de urgencia para que evalúe al caballo lo antes posible. Cuanto antes podamos reconocer que nuestro caballo sufre esta patología, disminuiremos el riesgo ya que muchos casos se pueden resolver de forma sencilla con tratamiento médico. Si dejamos que este proceso perdure en el tiempo, se pueden producir complicaciones que desencadenen en un cólico quirúrgico que ponga en peligro la vida de nuestro animal.
Mientras esperamos a nuestro veterinario debemos:
- Observar al animal, controlar los signos vitales (frecuencia cardiaca, respiratoria y temperatura) y el paso de heces (si estercola o no)
- Impedir el acceso a la comida
- Hacer caminar al caballo a la mano
- Impedir que el caballo se tumbe y se revuelque
Es muy importante no administrar ningún medicamento analgésico o antiinflamatorio por cuenta propia. Esto podría enmascarar los signos clínicos necesarios para que el veterinario realice un buen diagnóstico y tratamiento.
Al llegar el veterinario realizará una exploración general valorando:
- Frecuencia cardiaca (normal hasta 42 latidos por minuto)
- Frecuencia respiratoria (normal entre 16-24 respiraciones por minuto)
- Temperatura (normal hasta 38,2ºC)
- Pulso digital en extremidades (valorar posible laminitis)
- Grado de hidratación (pliegue de la piel)
- Color de mucosas orales (nos da información sobre como se encuentra la mucosa intestinal)
- Motilidad intestinal.
Otros métodos de exploración complementarios son la palpación rectal y el sondaje nasogástrico. Gracias al primero se valorará la presencia de impactaciones, gas y la colocación de las vísceras. Mediante el sondaje se evaluará el contenido en el estómago y en el primer tramo del intestino delgado y también ayudará a disminuir la compresión visceral. Esta técnica se utiliza también como tratamiento ya que se podrá introducir líquidos y sales para hidratar y parafina líquida para ayudar a expulsar posibles impactaciones.
Dependiendo del estado general del caballo, el veterinario podrá administrar sueros en el caso de que exista deshidratación, analgésicos y antiinflamatorios para controlar el dolor o procinéticos para estimular la motilidad intestinal.
PREVENCIÓN
Para prevenir la aparición de cólicos podemos tener en cuenta una serie de factores:
- Hacer cambios progresivos en la dieta del animal
- Alimentar al animal siempre en las mismas horas
- Acceso a agua limpia
- Mantener el comedero limpio y libre de polvo y moho
- Revisar la boca del animal y mantenerla en un buen estado
- El caballo debe salir a pasear todos los días
- Administrar una cantidad adecuada de forraje en la dieta (50% del total)
- En el caso de estar en paddock, intentar dar la comida y forraje en recipientes (no directamente sobre el suelo) para evitar la ingestión de arena
- Aplicar un programa eficaz de desparasitación