En el plano biológico, el estrés responde a un conjunto de alteraciones que se producen en el organismo como respuesta metabólica ante determinados estímulos, como, por ejemplo: el frío, el miedo, el ruido, el sobreesfuerzo, etc.
Especialmente en el caballo de competición, es muy importante que tengamos un control exhaustivo del estrés del animal. De este modo, conseguiremos mejores resultados deportivos y garantizaremos su óptimo estado de salud.
CAUSAS DE ESTRÉS EN EL CABALLO
A continuación, se exponen los posibles agentes estresantes que pueden afectar a los equinos:
- Instalaciones: dimensiones inadecuadas del box (inferiores a 3×3 m), mal acondicionamiento de la cuadra, cambios bruscos de temperatura y falta de higiene.
- Manejo: los malos agarres y las malas correcciones, causados principalmente por la inexperiencia o desconocimiento del profesional encargado del cuidado del caballo.
- Transporte: los desplazamientos suelen producir una respuesta negativa en el caballo, fruto de un sumatorio de factores estresantes que lo afectan durante el transporte y la espera. Estos son: privación de agua, hambre, interacción social, ejercicio físico reforzado y manejo del ruido y la vibración.
- Nutrición: una alimentación incorrecta puede afectar de forma negativa al sistema digestivo equino, causando cuadros de estrés que desembocan en afecciones como la disbiosis intestinal, que causa diarreas o alteraciones digestivas (cólicos, mala absorción, etc.).
SÍNTOMAS DE ESTRÉS EN EL CABALLO
En el día a día podemos detectar varios síntomas de estrés en nuestro caballo. Sin embargo, a veces no es fácil reconocerlas, ya que pueden parecer síntomas menores o asociados a otras patologías.
Los síntomas principales que identificar son:
- Sudoración excesiva: respuesta de las glándulas sudoríparas de modo incontrolado.
- Pérdida de peso: debido a desequilibrios metabólicos.
- Estereotipias: pressing, ingestión de la cama del box, rotura de pesebres, etc.
- Diarreas: desajustes digestivos que provocan deshidratación.
- Convulsiones: espasmos musculares involuntarios.
- Caquexia: desnutrición extrema del caballo.
MECANISMO DEL ESTRÉS
Ante situaciones de estrés, el organismo de la mayoría de los mamíferos reacciona activando una serie de complejos repertorios fisiológicos y conductuales. Cuando dichos mecanismos resultan inadecuados (por prolongados o excesivos), se pueden presentar consecuencias negativas sobre otras funciones fisiológicas importantes.
Diversas situaciones estresantes inducen la secreción de la hormona liberadora de corticotropina (CRH) desde el hipotálamo. La CRH estimula a la hipófisis para la secreción de la hormona adrenocorticotrópica (ACTH), y esta, a su vez, estimula la secreción de glucocorticoides desde la corteza adrenal.
Esta cascada de eventos es característica de la activación del eje hipotálamohipófisis-adrenal (HHA). El concepto base de la activación del sistema del estrés consiste en desencadenar una serie de cambios conductuales y fisiológicos encaminados a mejorar la habilidad del organismo para adaptarse e incrementar su capacidad de supervivencia ante retos ambientales serios.
En cualquier caso, el estrés no siempre es negativo. Un mínimo grado resulta necesario para que el caballo esté atento y puedan reaccionar de manera rápida ante una amenaza del entorno. Sin embargo, no es positivo cuando este estrés es elevado o prolongado en el tiempo.
El eje HHA influye en muchos mecanismos orgánicos; entre ellos: en el sistema linfático (las defensas), el sistema digestivo y el sistema circulatorio. Si no controlamos el estrés en nuestro caballo todos los sistemas mencionados se podrán ver alterados.
¿CÓMO PREVENIR EL ESTRÉS EN EL CABALLO DE DEPORTE?
Para evitar que el animal padezca los síntomas expuestos anteriormente, es importante tener en cuenta los siguientes consejos:
- Instalaciones: el box debe tener unas dimensiones correctas y adaptadas al movimiento del caballo, disponiendo de un buen aislamiento y evitando elementos resbaladizos en la composición del suelo. Asimismo, es imprescindible que la cuadra disponga de buena iluminación y ventilación, garantizando siempre la higiene del caballo.
- Manejo: debemos rodearnos de un buen equipo profesional (veterinarios, mozos, etc.) que conozca las necesidades del animal en cada momento y sepa cómo actuar ante cualquier situación.
- Transporte: a causa de la competición, en numerosas ocasiones es inevitable desplazar a nuestro caballo. Para disminuir el estrés en estos traslados, tenemos suplementos como el Good as Gold de TRM. Formulado a base de triptófano, vitamina A y vitamina E, nos ayuda a tranquilizar al caballo y, por tanto, a reducir el nivel de estrés en el transporte. Otro suplemento perfecto para estas ocasiones es el Eleuthromax, sus ingredientes activos ayudan a reducir el estrés en el caballo, mejorando su salud y vitalidad durante una larga temporada. Además, este complemento nutricional ayuda a mejorar el sistema inmunológico equino.
- Nutrición: para evitar desequilibrios digestivos que causen un cuadro de estrés en el caballo, debemos tener en cuenta su edad, tipo de actividad y estado fisiológico, a la hora de definir su dieta. En este sentido, suplementos como el Synbiovit, a base de fructo-oligosacáridos, manano (MOS) oligosacáridos (FOS) y levaduras inactivadas, ayudan a la mantener la flora intestinal, previniendo afecciones digestivas producidas en situaciones de estrés.
En definitiva, el estrés está muy presente en el día a día de nuestros caballos, por lo que es importante conocer sus causas y las pautas para combatirlo o, al menos, reducirlo a niveles mínimos.