Para el propietario de un caballo las palabras cólico, artrosis o laminitis son comunes. Por el contrario, ictericia o insuficiencia hepática son palabras poco usadas o desconocidas.
El hígado juega un papel importante en el sistema digestivo, endocrino, en la coagulación y en el sistema inmune. Supone en el caballo el 1% del peso corporal total. Trabaja además en asociación con los otros órganos, por lo que las enfermedades del hígado pueden tener diversos síntomas y repercusiones en el resto del organismo.
¿Qué funciones tiene el hígado en el caballo?
Las principales funciones de este órgano son:
- Detoxificación: Elimina las toxinas de la sangre proveniente del sistema digestivo antes de que esta vuelva al corazón.
- Metabolismo de los carbohidratos: La glucosa se convierte en glucógeno y se almacena en el hígado. Este se descompone en glucosa para ayudar a mantener los niveles de azúcar en la sangre.
- Metabolismo proteico: Casi todas las proteínas de la sangre se sintetizan en el hígado incluyendo la albúmina, el fibrinógeno y algunos factores de coagulación. El amoniaco producido por el metabolismo de las proteínas es convertido en urea y se secreta por la orina.
- Almacenamiento vitamínico de vitaminas liposolubles (A, D, K) y vitamina B12
- Produce la bilis que llega al intestino delgado gracias a los conductos biliares. Esta ayuda a la digestión de las grasas.
- Producción de productos químicos fotoactivos que protegen al cuerpo de la luz solar.
- Almacenamiento de hierro.
¿Qué puede provocar una insuficiencia hepática equina?
La insuficiencia hepática o fallo hepático es la incapacidad del hígado para llevar a cabo sus funciones fisiológicas normales.
Entre las diferentes causas de enfermedad hepática podemos destacar las de carácter infeccioso, inflamatorio e inmune. Puede aparecer también de forma secundaria a septicemias, parasitosis o en presencia de tumores
Como ejemplo de patologías de origen toxico estaría la producida por plantas como el trébol Alsike, hierbas de la familia Panicum o con sustancias como los alcaloides de pirrolizina, pesticidas o insecticidas.
Un agravante del pronóstico es la aparición de colangiohepatitis, es decir la inflamación o infección del conducto biliar y del tejido hepático, por causas infecciosas, tóxicas o inmunológicas.
¿Cuáles son los síntomas de la insuficiencia hepática equina?
El hígado es un órgano con elevada resistencia a las enfermedades. Esto se debe a su gran capacidad de regeneración.
El problema de esta gran capacidad de regeneración es que los síntomas de daño hepático sólo aparecen cuando la lesión ya es grande. Llega un momento en el que el hígado no puede compensar la pérdida de tejido y esto afecta a su buen funcionamiento.
Entonces, ¿Cómo saber si un caballo está sufriendo insuficiencia hepática?
Hay varios signos clínicos de insuficiencia hepática y suelen ser específicos de la causa que la provocan. Los síntomas que experimentan los caballos con insuficiencia hepática aguda (súbita) son déficits neurológicos e ictericia (mucosas amarillentas).
Los caballos que sufren de enfermedad hepática crónica es probable que pierdan peso y que las áreas claras de la piel se vuelven sensibles a la luz. En ambos casos se han observado cólicos por impactación de estómago y parálisis laríngea bilateral.
La insuficiencia hepática causada por anomalías en el sistema biliar se presentará con una marcada ictericia, fotosensibilidad y cólicos (a menudo debido a una obstrucción en el conducto biliar y posible aumento de tamaño del hígado que hace que el colon se traslade). Estos caballos no suelen tener déficits neurológicos.
Finalmente, la colangiohepatitis producirá fiebre, la lipidosis hepática (acumulo de grasa en el hígado) producirá edema ventral y el desplazamiento del colon dorsal derecho causará distensión abdominal, presencia de bandas anómalas en la palpación rectal y dolor cólico.
Diagnóstico veterinario y prevención
En el caso de la insuficiencia hepática detectar la primera fase de la enfermedad es difícil ya que no se dan muchos síntomas. Sólo en el momento en el que la gravedad de la enfermedad aumenta, los signos clínicos comienzan a ser más evidentes.
Ante cualquier sospecha de enfermedad hepática lo primero que hay que hacer es llamar a su veterinario. Este gracias a la historia clínica del animal y a los síntomas que el animal presente comenzará a realizar las pruebas pertinentes para llegar a un buen diagnóstico. Entre ellas será tomar una muestra de sangre para realizar un análisis donde, a parte de valorar el estado general de animal, valorará los niveles de las sustancias que nos pueden sugerir que el caballo sufre una enfermedad hepática.
También podrá realizar una ecografía del hígado e incluso una biopsia hepática, aunque esto último no suele ser lo más frecuente. El tratamiento de la insuficiencia hepática dependerá de la causa, pero en la mayoría de los casos el tratamiento se basa en la administración de sueros y dextrosa (azúcares). También se modificará la dieta a una dieta baja en proteínas. A parte se podrán administrar junto a la dieta protectores hepáticos que ayuden a retomar un buen funcionamiento del hígado.
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La administración de este suplemento natural ayudar a regenerar este órgano cuando esta dañado pero también es fundamental suministrarlo como método preventivo para evitar lesiones irreversibles.
En tan solo 20 días de tratamiento conseguiremos regenerar de nuevo el hígado para que este continué con su función hepática normal debido a que tendrá la dosis necesaria de vitaminas, antioxidantes y aminoácidos.